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Desde la red

Una voz de amistad recorre el mundo

Una voz de amistad recorre el mundo

Hoy, la emisora es la confianza informativa de centenares de oyentes en todo el mundo. Su sintonía constituye obligada referencia cuando de actualidad objetiva y fidedigna se trata.

Canel, uno de sus más consagrados periodistas, nos pone al tanto de su quehacer. “Mantenemos una programación con tres grandes revistas informativas que se realizan en vivo: Despertar con Cuba en la mañana, la Revista Iberoamericana de la tarde y otra en la noche”. Pero el número de noticias nunca es suficiente si se tiene un verdadero objetivo que defender. Por esa razón, a raíz del golpe de estado ocurrido en Honduras en 2009, la emisora comenzó a transmitir el espacio Nuestra América en el horario del mediodía, durante dos horas e igualmente, se mantienen algunos de los programas fundadores como el dedicado a los diexistas, a los filatelistas y a la ciencia y tecnología.

Asimismo, cuentan con más de una vía para obtener las noticias, entre ellas los corresponsales en varios países, una sala de monitoreo del satélite, donde se rastrean las principales emisoras del mundo, e igualmente emplean los servicios de todas las agencias de prensa internacionales.

Entonces, no caben dudas de que un cambio radical en la dinámica de trabajo marca la diferencia entre el periodismo de los primeros años y el que se hace hoy en Radio Habana Cuba. El estatismo informativo que pudiera crear una programación grabada fue sustituido por micrófonos constantemente abiertos y a disposición de la novedad.

Fue entre 1985 y 1986, bajo al dirección de Pedro Rojas que la emisora varió su rutina productiva por un quehacer “más agitado”, al confiar en su colectivo y arriesgarse a no perder el tiempo, para ganar confiabilidad y agudeza. Durante esos años, relata Martínez Pires, “comenzó a revolucionarse la radio en el país gracias a la iniciativa de Jorge Ibarra, más conocido como el uruguayo, quien impuso un nuevo estilo en el medio e hizo énfasis en una crítica más aguda e inteligente, que influyó en nosotros de manera determinante.

“A partir de ese momento los noticieros y boletines empezaron a hacerse en vivo. La técnica también cambió al crearse el departamento de reporteros, antes inexistente, porque las noticias no se cubrían directamente y surgió, además, para el trabajo con los corresponsales en el extranjero, la sala internacional”.

De esa forma comenzó una nueva etapa que aún marca el proceso productivo de este medio. Sin embargo, para Julio Pérez Muñoz, redactor de la emisora desde 1972, luego de tanto tiempo, la concepción del  periodismo no ha cambiado, solo se ha agilizado gracias a las nuevas tecnologías. “Las redes sociales, el Internet, la digitalización del sonido, han hecho la comunicación más rápida”, comenta. A esta concepción Pires añade que la distancia entre los distintos medios se acorta y pone un ejemplo: “con la existencia de una página web dentro de la propia emisora puede hacerse un periodismo variado”.

Y es que la misión de informar a un público -ávido ejercicio que no conoce demoras, principalmente en la radio, cuyo mensaje es efímero pero a la vez capaz de perpetuar sólidos puntos de vista-, demanda una gestión constante del conocimiento que la modernidad se ha encargado de simplificar.

De otro lado, Ignacio Canel lleva sus reflexiones un poco más allá del periodismo radial para generalizar su perspectiva y considera que si bien la práctica de informar ha evolucionado muchísimo, aún queda por hacer. A su modo de ver, se debe reforzar la crítica “porque a veces no nos atrevemos a hacerlas y las inconformidades deben señalarse cuando uno lo considere y en el lugar pertinente. Pienso que es necesario llevar lo que uno siente como persona a la profesión, al periodismo”.

Así, en medio de un balance sobre lo alcanzado y el camino sin recorrer recibe esta emisora su medio siglo de existencia. Radio cubana, latina y del mundo, colmada de imborrables experiencias, errores y aciertos, que se yergue como todo adulto sabio que nos se guarda lo aprendido, sino lo comparte con quienes estén dispuestos a recibirlo.

El sonido informativo de nuestra tierra cumple años pero no envejece. Se llena de vida e ideas, asume retos que la coloquen a la justa medida de los grandes medios de comunicación. Su onda corta se extiende hasta los más recónditos lugares y empeña su palabra por quienes no la tienen, habla por los que no son escuchados y dice lo que muchos pretenden ignorar. Su misión se ha cumplido y hoy, como desde hace cincuenta años,  ensancha los oídos estrechos y brinda su mano sin recelos, para recordar a quienes sienten su presencia que una voz amiga recorre el mundo.

 Fuente:http://www.envivo.icrt.cu

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